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Tomaba aquella gigantesca cruz, aquella que entregaba justicia y daba redencion a las almas de los impuros, las gotas de lluvias caian en su rostro, parecia que le preocupara algo...
- Se han escapado uno - Se decia mientras ponia en su espalda la gigantesca cruz.
Camino lentamente por las calles desiertas de la cuidad, guiado por una extrana sensacion. Recordaba viejos tiempos, aquellas imagenes de una prospera cuidad, una cuidad resplandeciente cubierta por las luces. En las que la gente vivia en felices sin preocupaciones.
- ...recuerdos mugrosos... - Susurraba pasando al lado de un viejo almacen.
Una sombre corria no muy lejos de alli, una persona agitada, asustada. Donde estaba, porque sentia la sensacion de que el ya estaba muerto, no podia explicarlo pero sentia que debia salir lo antes posible de ese lugar, de esa ciudad. Solo queria regresar con su hermano y sus padres, aquellos hombres la tenian cautivada pero pudo salir y no tenia la menor duda que vendrian por ella.
- Corre solo corre... - Pensaba la joven acelerando el paso
Hasta que pudo ver unos limites, donde las contrucciones terminaban, alli podria ser libre, porfin terminaria esto y podria regresar a casa... bueno eso era lo que pensaba...
- Eres tu la que a escapado... - De la nada un hombre con una gigantesca cruz en su espalda habia aparecido delente de ella. - Un proyecto rebelde no hace mas que darme asco -
Toco una punta de la cruz y de esta salieron dos gigantescas espadas. Aquellas eran el castigo divino por revelarse contra Dios se decia.
- No... no... - Corria desesperadamente la joven para escapar de su captor.
El silecioso caer de las ultimas gotas de lluvia, el color transparente del agua se manchaba con el intenso rojo...
- Rebelde... Eliminado - Miraba el cielo que seguia oscuro apesar de que la lluvia habia cesado.
Limpio sus armas agitandolas, no le agradaba tenerlas manchadas por culpa de los pecadores. Pronto vendrian a limpiar el lugar asi que debia buscar nuevos objetivos, cuando sientio un escalofrio por todo el cuerpo...
- No esto no es escalofrio... esto es miedo... - Corria en direccion del edificio principal.
Cuando llego vio algo que lo dejo perplejo, un rebelde pero no era uno cualquiera, este habia salido por culpa de una mujer...
- Siela... - Miraba atonito, sin entender el porque estaba ella con ese proyecto - Que haces con ese rebelde! -
Ella permanecio en silencio, solo se agarraba fuertemente a la camisa del muchacho.
- Siela! Contestame!! - Grito con mas fuerza que la ultima vez.
- Yo... decidi irme de aqui... - Tomaba la mano del joven - Me ire de aqui con el Abadon -
- El... Abadon? - Se tomaba el rostro con la mano - Ja... Jajaja! Vamos no estes bromeando, elimina a ese rebelde y no reportare esto -
- No lo hare... - Susurro
No sabia que hacer Siela, que habia sido su companera por tanto tiempo... que estaba pasando aqui? todo...todo era culpa de aquel rebelde! de aquel pecador que la influencio para decir eso!
- Te eliminare...- Corrio hacia el joven sacando las dos espadas
- Basta!!! - Grito Siela, su cuerpo empezo a resplandecer... de su espalda brotaron dos haces de luz... en forma de alas... en su rostro habia extranas marcas - Si quieres pelar con alguien...-
Una gigantesca hoz cayo desde las alturas...
- Yo sere quien te enfrente - Tomo el arma y se lanzo en picada contra el. Una parte de su cuerpo le decia que decistiera que era una locura pelear contra el... Azura... -
El cielo oscuro por un instante, broto una luz, pero solo fue un instante ya que el tiempo que se avecinaba era de una luz negra, para aquella ciudad olvidada en los confines del mundo...
